28.2.08

algo

El ojo perdido, se ha cerrado y vuelto a abrir más de veinte veces en diez segundos. Entre lo que ven cuando se abren y no ven cuando se cierran no hay mucha diferencia. Es como un sueño, entretejido guión que lo encuentra a uno con personajes de una sola función. En ese sueño se miran, no hay mucho a dónde mirar tampoco, la luz dirigida centra la atención en ese escenario largo; se encuentran y reocnocen dos gestos amigos. Se chocan tanto sus miradas que hasta se hacen cosquillas con los ojos. Uno se rie, el otro se para y se baja preguntándose cómo terminará la historia...

No hay comentarios: