Estuve hablando con Amptala sobre esta luna de hoy. Hay que ocuparse de la luna llena y eclipse de 9 de diciembre. Brilla como farol porteño sobre esta ciudad vacía de feriados. Llena de nostalgias y aún así viva por abasto. Muerta en los vestidos, en los hombres vestidos. Y las chicas que andan en bicicleta... ay, primavera en Buenos Aires. De escritores con modelos y cantantes de Real Book. Cuántos desnudos se están amando sobre tu luna que es cadera, haciendo pasar todo un poco más lento. Elástica redondez de muzzarella.
Avenidas en desiertos, mayos escenarios de diciembres populares, plazas y asunciones de rigor. Burocracias del derecho, consitucionales formas de decirte que te quiero. La chabomba me acompaña como bombo y ya no chancha. Nadie sabe cuánto pagan, ni si habremos de empezar a tiempo.
Todo es dinámico. Una distribución determinada de energía cambiando todo el tiempo, día a día, evento tras evento. Las relaciones humanas. Simbiosis de conciencias. Red de redes, orgías ideales, vastos campos emocionales de la razón y el corazón.
Y todo esto igual qué es? A las palabras se las lleva el viento. El amor es lo real, más allá de la forma que tome. Mamá, papá, amigos, amantes, novios, novias, plantas y animales, lunas llenas y crecientes.
Ay el amor, el instante más preciado del ahora. Efecto trás efecto, empieza y termina a cada momento. En un corte de compás, la mirada con sonrisa, una voltereta de baile, o en algún solo de Artigas.
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