17.4.11

como si fueran vacaciones

Llueve como si fueran vacaciones. Esa lluvia densa, en diagonal, que forma como un entramado en el espacio, una cuadrícula. Furiosas e incansables las gotas se obstinan en caer. Suele inundarse por esta zona pero aún corre el agua y ya son casi las 5 de la mañana.

Vuelvo de trabajar y así están mis vacaciones, de plenilunios y de diluvios, sin abrazos ni mimos, ni besos ni encantos.

Dicen que la primera vez que dos personas duermen juntas se transforman en un lienzo en blanco. Y cada uno por esa vez puede ser lo que quiere ser, una proyección de lo que quiere ser.

Yo acá estoy de blanco, queriendo ser "ahí", durmiendo conmigo mismo bajo la lluvia sin nadie que me pinte, sin nadie que me abrace.

Y esta noche... mucho más que todas las demás, tengo envidia y tengo celos. Estas noches que me recuerdan una nostalgia paradójicamente reciente. Y qué le voy a hacer, así es el tiempo: Caprichósamente relativo. Tengo que volver a encontrarme, irme para luego poder escucharme.

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