Puedo prender fuego una pestaña, y aún así sentir el deseo irrefrenable de volver el tiempo atrás. He vivido instantes hermosos. Un cielo azul, y un vestido verde con lunares, una piel tersa y una planta. Un disco y una mirada, un café y una cerveza. Una lágrima y un beso, miles de besos. Ya di miles de besos. Tal vez miles de miles. Me he sentido hermoso y feo. Sé que he dejado huellas hermosas en corazones. Sé que he dejado algo y aún no he hecho nada. Un día me voy a morir y aún así tengo la energía del mundo en mi sonrisa, tengo mi vida sostenida en un salto, en una vuelta de baile. Tengo unas ganas tremendas de reir. No, tengo ganas de sonreír.
Me resulta dificil en estos tiempos que corren tener acceso a todo lo que está sucediendo, y tener acceso a todo lo que sucede es tan complicado, me es necesario dejarme llevar por el azar del tiempo, por la ventura. Y entonces siento que aquello que me hacía mal, que me fanatizaba hasta consumirme, que petrificaba mi fuerza vital y me encajonaba las ideas, se pierde en la condensación de los recuerdos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario